domingo, 1 de marzo de 2009

POEMA VACÍO

Hace mucho tiempo ya que no escribo...
la inspiración me decae muy rápido.
Me aterra perderme en la injusta escasez del verso,
la pobreza de la razón poética,
la simpleza de un texto formateado.
Pero, para allá voy, al paso que voy, voy allá.

La tristeza, el dolor, el desden,
todos los sentimientos puros, profundos,
inexecrables e intrínsecos que alimentaban
mi gustosa vena poética,
ya no hacen parte de mi vida.

El problema no es que ya no tenga problemas,
el problema es que me volví fuerte,
muy fuerte y nada ya
me hiere lo suficiente.
Ya no hay nada que anhelar, ya no hay sensibilidad, no hay dolor,
no hay alimento para el demonio de dentro mío
y este, muriendo de inanición, ya no escribe sus exquisitos versos
de dulce melancolía anheladora.

¡Y miren!, lean, ¡esto no es nada!

¡Que impotencia, que desespero!

¡¡ Esto es lo que va quedando del Poeta Negro!!

Necesito sensibilizarme de nuevo,
necesito olvidar esa herida que hizo que mi corazón se vovlviese piedra
y que le arrancó a mi alma la fe del amor que viene,
la seguridad de una amistad solida,
la confianza de que si hay gente diferente.

¡Necesito liberarme de esa herida que traicionó todo en cuanto yo creía!


Como el Fénix debo arder de nuevo...
Eso tomará tiempo...

(Este dolor de no poder escribir, es un nuevo tipo de dolor, supera todos los que he sentido, malaya maldición de la poética muerta se me ha venido encima, que vacío, QUE VACÍO, ¡que vacío!)