lunes, 27 de mayo de 2013

CHICAS KALÁSHNIKOV Y OTRAS CRONICAS . ENTREVISTA DE LARGO ALCANCE CON ALEJANDRO ALMAZÁN

Título: Chicas Kalashnikov y Otras Crónicas
Autor: Alejandro Almazán
Editorial: Océano
Año: 2013
Genero: Crónica/Policiaca/Narco
Colección: El dedo en la llaga


Al reverso del libro: 

“Cuando matas no tienes que ver al difunto, porque se te queda en los ojos y puedes volverte loca.” 
— Una chica kaláshnikov

“siempre tiro a la cabeza porque si no los mato, los dejo locos.”
— Un general


Los sicarios y los levantados; los verdugos y los asesinados; los sobrevivientes y los que no la libraron; las armas, las balas, los cadáveres, los gatilleros, los traficantes, los soplones, los vigías, los testigos, los inocentes, los corruptos, los periodistas, los alcaldes… a todos ellos da voz y rostro alejandro almazán en 14 crónicas que retratan la asfixiante realidad de un país donde la violencia es de todos y a todos nos condena.

Alejandro Almazán es periodista y escritor. Estudió en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM. Ha colaborado en distintos medios escritos y electrónicos, entre ellos: Macrópolis, Reforma, Milenio, El Universal y Canal 40. Ha obtenido tres veces el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de crónica. En el terreno literario, ha escrito las novelas Entre perros y El más buscado. Como periodista, Alejandro Almazán es un pitbull, uno de raza pura, y sus crónicas, son ya una referencia del tipo de periodismo riguroso que se hace en México; y son, sin duda, evidencias de primera línea sobre los convulsos tiempos que se han vivido en el país desde hace más años de los que quisiéramos contar.


"Creo que a víctimas y victimarios deberíamos escucharlos por igual; a unos para exigir justicia, para no dejarlos en la fosa común de la desmemoria, y a los otros para saber qué ronda por su cabeza, y si es verdad que tienen alma." Señala Almazán en la introducción de Chicas Kaláshnikov y Otras Crónicas. Si bien nos encontramos ante una apariencia de "tranquilidad" el periodismo de investigación logra desmoronar la falsa estabilidad y toda de herramientas necesarias para desenmascarar las sombrías tretas de quienes ostentan el poder, en cualquiera de sus medidas. Todo aquel tirano que desde la tranquilidad de un tirano logra desaparecer las verdades a los portadoras de ellas. 

En este compendio de historias existe un dejo intranquilo dentro de la conciencia, una pregunta constante al paso de cada línea. ¿Es verdad lo que estoy leyendo? Lo dice la frase que se ha popularizado fuertemente en el país, "aquí no necesitamos ficción, es la vida misma todos los días" y cuando nos narran hechos reales es como si se tratara de un cuento, de una invención, hasta de una exageración.Varios quisieran se tratara de eso pero Alejandro Almazán a lo largo de catorce historias que ocurren al norte del país nos lleva a compartir la habitación con hombres de sangre fría, de mujeres sicario, asesinos, de secuestradores, policías, ministeriales, narcos, anti-narcos y de todos los que se encuentran detrás de un arma para ganase la vida por las injusticias propias del país y de aquellos que   sólo "dándoles duro a esos cabrones" se podrá rescatar al país.  Se templa tu sangre, se te entumen las manos porque no hay nada de extrañeza en los personajes a lo largo de la crónica de Almazán. No hay indicios de "locuras" aparentes, de rasgos "violentos", pero si una misma constante, la falta de oportunidades y los problemas socio-económicos de una nación que hace y dice cosas diferentes y que aparenta muchas otras cosas que jamás son. 

Es un esfuerzo por dotar a la sociedad con una de las herramientas más importantes en estos tiempos, la información. No es narrar amarillismo, ni se trata de espantar gente ni mucho menos de sencionalismo, la única cuestión que debe de prevalecer es narrar con veracidad, verdad y con mucho respeto para el entrevistado como para el que lee. Es decir las cosas que nos ocurren, que ocurren en otro lugar, que le ocurre a alguien más, no para intimidar ni para escondernos en nuestras casas, es para que nadie nos arrebate algo más de nuestra vida. Es para no regresar a las penumbras y esperar como por arte mágico lo mejor. Y como en muchas de las historias, siempre hay la otra versión. No se trata de buenos, malos, héroes o villanos, si no de personas.

¿Cómo llegas al periodismo? ¿Cuando descubres que es a lo que te quieres dedicar?
Papá trabajaba en Excélsior, era formador, lo que hoy sería un diseñador. Mi segundo patio fue Excélsior, así que supongo que de ahí vino algo. Pero de donde creo haber consolidado la idea fue de la boca de mamá. Ella tenía una tienda de abarrotes y la gente le contaba todo: sus desgracias, sus risas, sus esperanzas. Era como si mamá fuera la jefa de información y la tienda se convirtiera en una redacción. Mamá no era un mujer culta. De hecho, no recuerdo haberla visto agarrar un libro. Estudió una de esas carreras cortas para ser secretaria, pero se casó y todo lo que aprendió en la escuela se fue a la mierda. Tenía muchas virtudes (obvio, era mi madre y no soy de esos hijos de puta que hablan mal de sus madres). Era la cocinera más exacta, era la clásica mujer sola con tres hijos dispuesta a dejar la vida por sacarlos adelante, era buena bailadora y reía aún cuando estaba triste. Algo que siempre me sedujo fue su manera de contar historias. Recuerdo que, para contarnos el asesinato de uno de los malandrines que azotaban el barrio, ella utilizaba hasta una hora. Ignoro si inventaba algunos pasajes, pero lo platicaba con tal verosimilitud que nunca puse en duda sus relatos. A veces creo que ese don lo heredó de mi bisabuelo. Todavía me acuerdo cuando el viejo nos contaba su vida y los nietos y bisnietos nos sentábamos frente a sus pies. Él había pertenecido a La banda del carro gris, una pandilla que en los años 30 y 40’s robaron bancos, mataron gente y regalaron dinero a los pobres.

¿Cómo fue estar frente a una Chica Kaláshnikov?
Si estuvieras frente a una sicaria no lo notarías. Es igual a cualquier otra mujer. Yo creo que de esa percepción parte todo: si llegas o no con miedo, si la mitificas, si la ensalzas o si la tratas como cualquier hijo de vecino. A dos de las chicas que entrevisté, una colega les había regalado mi primera novela (Entre perros, 2009), así que cuando las conocí ellas ya sabían lo que estaba buscando: su vida, sin crucificarlas, sin aventarlas a los tiburones.
Algunos les dan dinero a sus entrevistados, otros los adulan, y hay quienes hasta les prometen cosas con tal de conseguir una buena conversación. Yo no. Generalmente llego a presentarme, decirles que yo no vengo a solucionar los asesinatos, que no soy juez ni MP ni sacerdote. Soy un reportero que quiero escucharlos. 

¿Cuales fueron los grandes retos de escribir estas crónicas? 
Todos los días, como reportero, tienes retos. Cada historia tiene lo suyo. En cada una sabes a lo que vas y debes leer literatura al respecto, mirar datos, ir a la hemeroteca, googlear, pasar días en un reporteo previo. Cuando crees que te has empapado lo suficiente del tema viene la calle, donde no sabes si volverás. Aun cuando tengas a tus contactos (que generalmente son colegas o amigos de la región), nada te asegura que todo saldrá bien.

¿Cómo es compartir una habitación un momento con un sicario?
Compartir la habitación con un sicario es raro, porque estás hablando con un tipo que no dudaría en matarte. Recuerdo cuando entrevisté a un caníbal. Gumaro de Dios era un tabasqueño de 26 años que había matado a su pareja homosexual y, después de tres días, se lo comenzó a comer. La prensa fue a retratarlo como si fuera el anticristo. Yo no. Yo supuse que algo horrible le había pasado en la vida para haber hecho algo tan espantoso. Fui a Cancún, entré a la celda, él estaba en una actitud amenazante y a mí solo me quedó hablarle de sus padres. Eso le quitó lo bravucón. Lo entrevisté para un diario, luego para la televisión y, finalmente, para un libro que lleva su nombre. El miedo nunca se te va, pero éste es el que te alumbra, el que te dice qué hacer y no. Y eso me ha ayudado cuando he tenido enfrente a un sicario.


¿Cual ha sido la gran experiencia de narrar hechos violentos en el país, 
No es fácil ir a contar la violencia. Las historias te arruinan. Mi terapeuta dice que debería dedicarme a otra cosa, pero yo insisto en hablar de la muerte. Quizá porque cuando tenía seis años vi a mi primer muerto; quizá porque he estado rodeado de la violencia; quizá porque, como dice mi terapeuta, trato de reivindicar a mi bisabuelo; quizá porque busco la razón de que algunos de mis amigos estén muertos. Lo que sí sé es que narrar la violencia me ha hecho más consciente de que a este país sólo podremos salvarlo los ciudadanos. Me ha ayudado, también, a advertirles a familiares y amigos los riesgos de tal o cual ciudad. Y he entendido que los narcos y los políticos vienen del mismo vientre.

¿Se ha vuelto rutinario? 
Mis hábitos cambian dependiendo de la ciudad a la que vaya. No hago lo mismo si voy a Tijuana que a Durango. O si voy a Culiacán o Ciudad Juárez. Hay veces que me hospedo en dos hoteles distintos y no me quedo en ninguno. En otras, sin problema, paso mis días en medio de la zona caliente. Y en algunas más me dejo llevar por la intuición.

¿Cómo ha ido cambiando tu perspectiva como periodista? 
Mi perspectiva no ha cambiado en lo que quiero contar, sino en la manera de contarlo. Hasta 2006 me parecía que al lector había que detallarle la violencia para que entendiera lo grave que estaba el país. Hoy ya no puedes ser tan sangriento. La tele se encargó de meternos mucha sangre por los ojos y la gran mayoría de la gente ya no quiere eso. También ha cambiado mi perspectiva sobre algunos colegas, sobre todo eso que dan clases de ética y moral y son unos pinches corruptos de primera. Sigo creyendo que los reporteros locales son quienes están en la verdadera línea de fuego y es a los que debemos de leer y escuchar, y, por supuesto, ayudar.


¿Crees que los sicarios, los narcos, encontrarán una forma de "propagar el miedo" a través de la literatura, o se trate de un "tributo" como si se tratara de un narco corrido?
Los narcos no necesitan la literatura para propagar el miedo. Ellos ya tienen suficiente con la manera tan salvaje con la que asesinan. Esa idea de que quienes escribimos sobre la violencia estamos haciendo apología me parece que viene más de 1) los comentócratas, esos que deben quedar bien con el gobierno en turno y 2) los que ven dañados sus intereses porque viven, de una u otra manera, del narco. A mí me gustan los corridos, pero como en todo, hay buenos y hay muy malos. Los Tigres son mis favoritos, también Chalino Sánchez y los Canelos de Durango. Los que nunca escucho son los del movimiento alterado. Me parecen basura.


Tomando una de las preguntas en el libro, Chicas Kaláshnikov: ¿No te da miedo meterte en esos temas?, ¿La prensa mexicana está cubriendo de manera correcta el narcotráfico?
El miedo siempre está ahí, no se va, convives con él. Él te amaina, te orienta, te acompaña como un buen amigo. Y si él te dice ahí no te metas, debes hacerle caso.
La cobertura de la prensa debemos dividirla:
1) Donde se hace periodismo en la cueva del lobo. Ahí, cuando te dicen que ya no cubren los asesinatos como antes, los entiendes. Los reporteros viven ahí y es igual de valiente sacar la bandera blanca que seguir contando lo que está pasando.
2) Donde los medios que, por intereses o falta de imaginación, sólo cuentan los muertos y no la vida de éstos.
3) Donde existen reporteros avezados que no se conforman con la explicación de que equis murió porque estaba metido en el narco. Son reporteros que hurgan más, que nos están enseñando que esta guerra no es contra el narco sino por las drogas.
4) Donde los reporteros están contando la versión oficial. Los que no van a la línea de fuego y hablan del narco como Sofía Coppola habla de cine. Estos reporteros, generalmente, tienen acceso a expedientes que sólo buscan joder a alguien en específico. Digamos que son reporteros sicarios.


¿Son las novelas, la recopilación de crónicas, cuentos etc, una buena alternativa para hablar sobre temas "censurados" en los periódicos"?
La literatura del narco ha abundado porque A) las editoriales se dieron cuenta que en los medios o no cabían las historias o no les interesaban y B) porque la violencia llegó a tales grados que los espacios para hablar de ella han resultado insuficientes.


¿Qué crees que cambiará en el lector al término del libro "Chicas Kaláshnikov y otras crónicas"?
Mi única intención, cuando tecleo, es que el lector sepa que la violencia no está tan lejana, que puede tocar su puerta en cualquier momento y que debemos hacer algo. ¿Cambiará algo en ellos? Yo esperaría que sí, pero la indolencia es de cada uno.


Cómo vez esta postura de que los Señores del Narco sean vistos como héroes? ¿es verdad o es miedo y una solución temporal al desgaste de la sociedad? ¿Crees que sea importante crear antihéroes para que combatan a  los héroes del narco?
Los narcos son seres humanos. Lloran, se enamoran, comen, duermen, tienen resacas, les entran las balas o se echan pedos. Es decir: no tendríamos por qué mitificarlos. El problema ha sido que el Estado no ha cumplido con sus obligaciones (no tiene una política social, educativa, económica, cultural) y los narcos, que les gusta ser filantrópicos, han encontrado la manera para que el pobre les agradezca. ¿Cómo? Construyen iglesias, escuelas, hospitales, pavimentan calles, llevan el agua, regalan juguetes el día de reyes, hacen bailes… Los narcos se convirtieron en la Secretaría de Desarrollo Social y, ante eso, sólo ha quedado que la gente los vea como héroes.
Respecto a los antihéroes, al menos los que he conocido, han resultado peores que los narcos. Así que, por el momento, no creo en el combate de la violencia con más violencia. No soy partidario del ojo por ojo.


¿Qué les espera a los nuevos periodistas que se están formando? ¿cómo pueden enfrentarse contra las barreras gruesas de censura y  no sólo hablar de temas "correctos" si no de los necesarios?
A los nuevos periodistas les tocaron tiempos difíciles. Y está en ellos lo que quieren contar. Mal haría en aconsejarlos porque no soy quién. Lo único que puedo decir es que quizá esta camada de reporteros sea la que rompa con la censura. Yo veo a morros con un chingo de ganas de hacer cosas interesantes. Quizá deberán fundar sus propios medios y mandar al carajo a los tradicionales.

Si a un lector llegara tu libro sin saber nada sobre el. ¿A qué se va a enfrentar, qué va a leer en el?
Va a encontrar a seres humanos que se dedican a matar o a darle la vuelta a la muerte. Seres humanos a los que quizá entienda, pero no justifique. Leerá historias que me gustaría fueran ficción, pero que lamentablemente son del México que se está llevando la chingada.

jueves, 23 de mayo de 2013

LONDRES DESPUÉS DE MEDIANOCHE . ENTREVISTA DE LARGA DISTANCIA CON AUGUSTO CRUZ GARCÍA

Una entrevista completa porque mi editor piensa lo mismo que yo; vale la pena que la lean y estamos seguros que algún día alguien, además de nosotros,  les va a recomendar el libro, lo encontrarán en los anaqueles, en revistas, en publicaciones, en la radio, la novela es un regalo cinematográfico que llega a tu inconsciencia a través de la narrativa de Augusto Cruz.  Además, aquí no tenemos ajustes por hoja. Límite de caracteres ni mucho menos. Aquí es para que siempre esté y permanezca. 

Tras cinco años de investigación cinematográfica Augusto Cruz escribe su primer novela “Londres Después de Medianoche” con un verdadero estilo cinematográfico donde a través del Detective Mckenzie nos lleva a recorrer la casa de Forrest J. Ackerman, el más grande coleccionista de objetos relacionados con la Ciencia Ficción. Ackerman solicita las  habilidades de Mckenzie para encontrar la película que da título a la novela. Un film de 1927 protagonizado por el talentoso Lon Chaney bajo la dirección de Tod Browning. Londres Después de Medianoche sería la primer película de vampiros realizada en Estados Unidos. 

El film, desde su desaparición en los años 20´s, carga en si una terrible maldición. Salas de cine incendiadas, bodegas con copias del film envueltas en llamas, gente desaparecida, muertes inexplicables y terribles tragedias a quien intenta encontrarla.

Augusto Cruz nos lleva a una aventura entre los pasillos de los set de grabación, oficinas postales perdidas en las carreteras, indocumentados parranderos en los senderos malditos, nombres falsos y una suave pero atrayente sensación de nostalgia como el tomar un refresco Pascual en botella de vidrio rodeado de un tentador olor a comida casera donde todo comienza con una vieja fotografía y una interminable lista de películas. Claro, sin dejar de lado una escalofriante cercanía con el primer director del Buró Federal de Investigación quien se vuelve cada vez más espeluznante al avanzar la novela  donde Augusto nos cuenta  las últimas horas que compartió el Director Hoover con el Detective Mckenzie.

Una novela cargada de cinematografía, personajes misteriosos y una sombra enigmática que nos envuelve al pasar de las páginas. Augusto Cruz comparte más sobre la su amor por el cine, los monstruos y la experiencia de escribir Londres Después de Medianoche.



1.-¿Cómo fue llegar a tu Primer Novela?
Fue un trabajo arduo de cinco años de escritura así como de investigación cinematográfica, porque todo en la novela está cuidadosamente documentado. Uno de mis principales intereses era que la historia tuviera sustancia, que los eventos y acciones dirigieran la trama siempre hacia adelante, y que la información fluyera de manera natural.   Soy un autor tardío pues publiqué mi primera novela después de los cuarenta años, pero esto me permitió madurar como escritor hasta que sintiera que el texto estaba listo para darlo a conocer.

 ¿Cuando comenzó el viaje para encontrar a los personajes que desenvuelven la trama?
Actualmente me resulta difícil saber quién apareció primero, si la película Londres después de medianoche, o el famoso coleccionista Forrest Ackerman, pero de alguna manera ambos fueron el primer motivo para escribir esta novela sobre la búsqueda del mítico filme perdido del cine mudo.  A su paso, durante la misma escritura, una serie de personajes interesantes fueron entrando en la historia de manera incidental.  

¿Cuales son tus "reglas básicas" para escribir? Tu dinámica de trabajo. 
Soy de los que creen en aquella máxima de Plinio el viejo: Ni un día sin una sola línea, pero esta novela no siguió este consejo.  Mi dinámica de trabajo, si puede aplicársele este término no es nada recomendable.  Investigo mucho, voy creando la historia mentalmente durante días, semanas y meses, hasta que algo me dice que puedo sentarme a escribir ese capítulo, y lo hago.  Algunas veces puedo pasar cuatro horas frente a la computadora y terminar con tres o cuatro páginas únicamente, pero son páginas muy trabajadas que no requieren mayores correcciones.  Este proceso de pensar detenidamente cada momento de la historia, me permite editarla al tiempo que la escribo. Cuando terminé la novela, prácticamente no eliminé nada, únicamente cambié algunas acciones de lugar para lograr un mayor  conflicto dramático en la historia.

2.-¿Se considera un fanático del Cine de Horror?
Soy fanático de todo tipo de cine, aunque con cierta predilección por el cine de horror, desde luego.  Recuerdo cuando a los quince años mi padre me llevó al mundial de fútbol de México 86, y si bien lo disfruté, mi mayor emoción fue visitar la Cineteca Nacional, donde pude comprar gran cantidad de libros sobre cine;  desde escritos teóricos de Sergei Eisenstein, demasiado avanzados para mi edad, guiones, libros de crítica e historia del cine mundial, hasta los libros que llevaban los alumnos de la carrera de dirección de cine.  Los monstruos de las primeras décadas del cine, en especial los de la Universal Pictures, como  Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo, la Novia de Frankenstein, La Momia, por citar solo algunos, son seres que se encuentran más cercanos a nosotros de lo que parecen estarlo los monstruos actuales. A partir de los cincuentas, la era atómica generó un nuevo tipo de amenaza que venía de otros universos, o que era creado por radiación o experimentos de laboratorios. 
Esos extraños seres, surgidos de las pantallas de los años treinta, principalmente de las películas de la Universal, y con posterioridad en las de otros estudios, como RKO, en el caso de King Kong  reflejan una parte de nuestra condición humana, de nuestros temores y anhelos: inmortalidad, la creación de otros seres, la resurrección de entre los muertos, la búsqueda del amor, el ser obscuro que mora en nuestro interior, forman parte ya de nuestro imaginario colectivo.  Desconozco si en sesenta años, los seres extraterrestres, entes mutantes, asesinos seriales que nunca mueren, y zombies de nuestro tiempo, solo por mencionar a algunos, tendrán un impacto tan fuerte como aquellos monstruos. El tiempo nos lo dirá. 

¿Algo en particular con los Vampiros, o por qué Londres después de Medianoche de Tod Browning como el eje central de la novela?La historia de este filme perdido, y el contacto que tuvo Forrest Ackerman con la cinta en su niñez, fueron los detonantes para usarlo como eje central de la novela.  Esto me permitía explorar no solo la historia del cine mudo, sino aspectos sobre la memoria, el olvido, y el poder que tienen los objetos sobre nosotros.  Por otro lado, los vampiros,  la literatura y las tradiciones que han acompañado a este ser desde tiempos ancestrales, son una rica y poderosa fuente de información, que muy probablemente aborde en mi segunda novela.  Por alguna razón, el vampiro es un ser que ha trascendido literariamente y en la memoria del ser humano más que cualquier otro monstruo.  La sangre, la búsqueda de la poseer la voluntad de otro ser humano (Svengali, como le conocen los norteamericanos), la inmortalidad, son características que lo han mantenido vivo por encima de otros seres sobre naturales en los cuales el tiempo parece haber sido cruel al relegarlos al olvido o a un segundo plano.  El vampiro ha acompañado al hombre y formado parte de su cultura popular y sus miedos, desde tiempos ancestrales, no es un producto de la época Victoriana, como muchos podrían pensar.

4.-¿Cuál cree es la mejor película de monstruos de la historia del cine, o cual es su favorita? ¿Por qué?
Es una pregunta difícil, porque a lo largo de las décadas el cine nos ha maravillado con verdaderas obras maestras de este género.  Desde cintas del expresionismo alemán como Nosferatu, pasando por el cine norteamericano de monstruos de los años treinta, o las películas de vampiros de la Hammer con Christopher Lee de décadas posteriores, solo por mencionar algunas.  Consideró que La Novia de Frankenstein, dirigida por James Whale, es una cinta en la que la elegancia, el terror y el buen cine conviven maravillosamente, incluso para algunos su calidad es superior a Frankenstein, que también dirigió el propio Whale.  La versión en español de Drácula (1931), filmada por las noches con actores de habla hispana, en los mismos decorados de la cinta de Browning, es una pieza interesante, de la cual se encontraron rollos de película faltantes en Cuba, es una pieza interesante por lo sugestivo de la dirección de George Melford, y las actuaciones de Lupita Tovar, quien aún vive a sus ciento tres años.

5.-¿Cómo fue llevar la narrativa cinematográfica a su novela Londres después de Medianoche
Cerrar cada uno de sus capítulos en una fotografía de película, una en blanco y negro. Todos esos detalles de las grandes producciones fílmicas que se volvieron inolvidables. (Al menos así siento la novela, como una película)
Durante la escritura de esta novela utilicé técnicas de guionismo cinematográfico.  Tengo más de ochenta cursos de guionismo, y he podido estar en contacto con muchos estudiosos del tema, y ver la gran cantidad de teorías que hay al respecto, lo que me permitió tomar aquellas que yo pensaba funcionarían mejor para la historia.  No me refiero a escribir como si fuera un guión de cine, algo que por desgracia ocurre en algunos autores del mundo, en el que parecieran estar escribiendo y haciendo la adaptación fílmica el mismo tiempo.  Yo busqué aquellas estructuras de guión que incrementaran el conflicto.  En cine menos, es más.  Yo puedo tener quince características maravillosas de mi personaje principal, y tal vez en una novela pueda ponerlas todas, pero en cine solo necesito una, la más efectiva, y si puedo presentarla sin usar la voz, mucho mejor.  La novela iniciaba con dos capítulos sobre la vida del detective, y después su visita al coleccionista Forrest Ackerman. Eran dos muy buenos capítulos de inicio, pero me dije, no, tengo que empezar con lo mejor que tengo: que es al detective visitando al coleccionista en la primera línea de la novela.  Sabía que tenía un capitulo  o dos, diez páginas a lo mucho para atrapar a mi lector. En guionismo se habla de las diez primeras páginas o minutos, donde debemos saber la premisa, el personaje principal, y detalles de la historia que nos atrapen, yo busqué conseguir eso al instante.
Esto me permitió construir capítulos intensos, en los que buscara atrapar al lector desde la primera línea, y que al final de este, existiera una necesidad de continuar leyendo. Como en un buen guión, no podía desperdiciar una sola línea, acción , todo lo que está escrito tiene una razón de ser a nivel dramático, de conflicto o de estructura de la historia.

6.-¿Cuáles fueron los retos para desarrollar a los personajes?
El reto más importante fue el diseño y la construcción de los personajes, a fin de dotarlos dimensión y profundidad, buscar su necesidad dramática, su punto de vista, la visión que tiene del mundo, el cambio-evolución.  Algo que todos los buenos personajes deben de tener, no importa si se trata de caballero negro galáctico como Darth Vader o un boxeador fracasado que recibe una última oportunidad como Rocky.  En mi caso utilicé técnicas de guionismo de cine para acentuar estas características en el menor tiempo posible y con la mayor intensidad.  Algunos de los personajes históricos del cine que aparecen en la novela los construí a partir de las biografías de dos, o hasta tres actores, apropiándome de aquellos elementos que mejor sirvieran para los propósitos de la historia.

¿Cómo fue escribir sobre Hoover y el mundo acelerado, caótico que está al rededor de Mc Kenzie?
En el caso de la subtrama acerca de Edgar J. Hoover, director del FBI, en el principio solo se mencionaba de manera tangencial, pero a medida que me adentré en la personalidad de Hoover descubrí aspectos sumamente interesantes que me permitieron atreverme a imaginar cómo serían los últimos días del poderoso director del FBI.  Si consideramos al presidente de los Estados Unidos como el hombre más poderoso de la tierra, siete de esos hombres no pudieron despedir a Hoover, lo que revela una faceta interesante del personaje.  No sé si sea posible humanizar a un personaje como Hoover, pero si me permití explorarlo en sus horas bajas, cuando todo su poder parece venirse en su contra. Con posterioridad a la novela descubrí el por qué de su aparición, pues mientras Ackerman colecciona historias y objetos para compartirlos con todos, Hoover lo hace por propósitos oscuros: perpetuar su poder, chantajear, obtener beneficios políticos;  lo mismo ocurre con el personaje del Sr. Martínez, quien colecciona misterios.  Esta  extraña trilogía de personajes me permitió construir una historia sólida e interesante.  

7.-¿Existe alguna joya perdida que quisieras encontrar? ¿Cuál?
Es una pregunta interesante con demasiadas respuestas.  Toda obra del cine mudo que se destruyó es de por sí una gran pérdida, porque cada una nos cuenta un pedazo de la historia de aquellas personas y de su mundo. El descubrimiento no sólo de un filme completo, sino de tres minutos de una cinta perdida, es como encontrar un fragmento de un manuscrito, la roca tallada de una pirámide que nos cuenta una historia importante de la humanidad. 
Tristemente hay directores del cine mudo de los que perdimos casi toda su obra, y en algunos casos solo conservamos una película, o ninguna y solo los recortes de prensa o las reseñas que nos hablan de lo importante que fueron para la historia del cine. Imaginemos que de un día para otro perdiéramos toda la filmografía de directores como Almodovar, Greenaway, Eisenstein, o que solo conserváramos tres minutos de toda la saga de las cintas de Star Wars, serían sin duda agujeros muy importantes para la historia del cine, y de nuestra visión de la humanidad.
En mi caso, desde luego que me gustaría encontrar Londres después de media noche, pero hay otras cintas tan valiosas como interesantes, la versión completa de nueve horas de duración de Codicia, dirigida por Erich von Stroheim,  Cleopatra, protagonizada por Theda Bara, que fue una súper producción para su tiempo, la filmografía completa de Lon Chaney, la lista es enorme, como el acervo que se perdió.  De todo lo que se filmó en la época del cine mudo, solo nos llegó el diez o veinte por ciento, y el resto se tiró a la basura, se quemó o simplemente se dejó a la intemperie para que se fuera destruyendo.  Las películas de esa época estaban filmadas en nitrato de plata, un material sumamente inestable, que a temperaturas altas se incendiaba de manera espontánea, o a temperaturas bajas se descomponía, y una vez que esto ocurría, los días de la cinta estaban contados, pues en ese entonces no se conocían los años de vida útil que tenía el nitrato.  Esto provocó que para los estudios de cine fuera muy costoso mantener almacenadas películas que ya les habían generado ingresos, y de las cuales ya no obtendrían ningún beneficio económico. Debemos considerar que el cine no era un arte para ellos, era un trabajo como cualquier otro, se actuaba en una película y se regresaba uno a su casa o a su pueblo. Era un invento curioso de fotografías que se movían, que nadie pensaría duraría mucho.

8.-¿Cual es tu gusto por el género policíaco? ¿Qué crees, o sientes que aportó al género?(Novela Negra) De tu novela, ¿Cual elemento sientes es el que atrapa al lector?
Desde muy joven sentí el gusto tanto por la novela policíaca, como por el cine.  Debe ser por eso que me gustaba conocer acerca de toda clase de misterios e historias ocultas, como las que suceden tras la lente cuando se filma una película.  Considero que la búsqueda de un objeto perdido, su carácter mítico y el tratar de resolver un misterio es algo que atrae a los lectores de esta novela.  El ser humano tiene la particularidad de investigar aunque sepamos que puede ser peligroso, porque hay algo dentro de nuestra naturaleza que nos llega a seguir adelante, descubrir, aventurarnos, a resolver misterios ancestrales.  Para algunos la resolución de un enigma nos genera unos cuantos momentos de placer, de goce, pero un misterio que permanece intocable, puede alimentar la imaginación del hombre durante siglos.
La historia de Jack El destripador, el teorema de Fermat, el manuscrito Voynich, son enigmas que han permanecido a través del tiempo y que han alimentado nuestra imaginación, pero cuando alguien los resuelve, sentimos una suerte de profanación, algo alejado al gusto. Pocos recuerdan a Andrew Wiles que resolvió el teorema de Fermat casi tres siglos después de que Pierre de Fermat lo postulara, recordamos la tumba de Tutankamon, pero no a Howard Carter, el arqueólogo que la descubrió.  Resolver algo no siempre es lo mejor, el mundo debería mantener algunos misterios para sí mismos.  De niño me fascinaba ver aquellos mapas antiguos en los que los espacios en blanco señalaban un territorio desconocido e inexplorado, eso alimentaba mi imaginación. Cuando los mapas se fueron llenando de ríos, cordilleras, montañas, el mundo se hizo más certero, pero perdió parte de su encanto misterioso y enigmático.
Ignoro si he aportado algo al género policíaco con Londres después de medianoche, no sé si sea la primera novela policíaca sobre cine, y tampoco creo que eso importe mucho. Soy solo un tipo normal que ha vivido en la misma casa toda su vida, no ha salido más de tres semanas de su ciudad, y que un buen día decidió escribir una novela sobre un tema que le apasionaba: el cine.

9.-¿Qué otras novelas, recomendaría al público interesado en el género policíaco?
Gran mayoría de los autores del género  policíaco tenemos una deuda literaria con Dashiell Hammett y Raymond Chandler.  De Hammett rendí un modesto homenaje con el detective Mc Kenzie, pensando en su Agente de la Continental, uno de sus personajes que aparece en novelas y relatos y del que no tenemos ni su nombre ni una descripción física clara, y lo mismo pasa con el detective de mi novela.  El mismo Hoover, quien tuvo grandes diferencias con Hammett por las filiaciones políticas del escritor, recomienda a su agente ser como El Agente de la Continental, un hombre sin rostro ni descripción física, como el ideal del agente del FBI.  De Chandler, sus atmosferas y el uso del lenguaje siempre me fascinaron.  Chandler decía que el no era un escritor de novela policiacas, sino un escritor, que además, escribía novelas policíacas, esto para dar la referencia de que primero se veía como un escritor, antes que un escrito de un genero por asociación.  El largo adiós, es sin duda una de las mejores novelas policíacas jamás escritas, donde por primera vez el género policíaco y la literatura coinciden de manera rica en atmosferas.  Con Chandler, algunas veces el tema pasa a segundo plano, por su riqueza en las descripciones, los personajes, las atmosferas.  Nadie como Chandler desarrolló las comparaciones de los detectives en su lenguaje interno, y sus acertados diálogos, y la descripción de la alta sociedad californiana, así como sus bajos fondos.  Marlowe es un viajero, que busca salir bien librado del mundo que le contrata por veinticinco dólares diarios más los gastos. 
En la literatura en español, tengo varias deudas literarias, con Paco Ignacio Taibo II, por demostrarnos que se podía escribir novela policíaca en español, y que esta no tenía por qué ser ajena a nuestra realidad política y social.  Los minutos negros, de Martín Solares, es otra gran novela policíaca construida maravillosamente, que habla acerca del crimen y el poder.  El complot Mongol, de Rafael Bernal, es sin duda la primera novela policíaca mexicana en donde sentimos como un personaje forma parte de nuestra identidad.

10.-Para alguien que no tiene idea de esta Novela, ¿A qué se va enfrentar el lector? ¿Qué va a descubrir en su obra?
Esta novela trata sobre la búsqueda de la película perdida más famosa en la historia del cine, Londres después de medianoche (1927), dirigida por Tod Browning y protagonizada por Lon Chaney, y de la cual no se tiene un solo minuto de filmación, y solo sobreviven un par de fotos y una versión del guión, y acerca de la cual se cuentan extrañas historias: que incitó a cometer un crimen en Londres en 1928, que los cines que la exhibieron se quemaron, que el destino de algunos de sus actores fue trágico,  y el rumor de que en la cinta actuaron vampiros reales.  El anciano coleccionista de objetos de cine, Forrest Ackerman, de más de noventa años, quien vio la cinta cuando era niño, contrata a un ex agente del FBI (famoso por nunca haber fallado en ningún caso y haber sido el último secretaria privado de J. Edgar Hoover) para que intente encontrarla, pues considera, que cuando su memoria se desvanezca, o él muera, el filme estará definitivamente perdido para siempre.  Esto me permitió escribir una historia policíaca, pero que también abordara temas como la memoria, el olvido, sobre cuándo está perdido un objeto, si al momento que desaparece, o cuando la última persona que estuvo en contacto lo olvida o muere. El lector encontrará una narrativa ágil, amena, con ritmo, pero a la vez también hallará personajes interesantes, historias míticas sobre los orígenes del cine, atmósferas ricas y descripciones sugerentes.  De joven leí El día del chacal, de Frederic Forsythe, y aunque ya había visto la película el libro me emocionó por su gran ritmo, por lo que en esta novela quise lograr en esta novela tener lo mejor de dos mundos, historias que cautivaran y sorprendieran al lector en cada momento, a la vez que le permitieran regresar a leer algún capítulo de la novela por revivir esa experiencia, algo que no sucede mucho en la novela policíaca, pero que algunos lectores de la novela han hecho, porque tal o cual capítulo les generó un gran impacto, y querían revivirlo.

11.-¿Cual es la mejor experiencia que te dejó escribir Londres después de Medianoche?
Convivir con los lectores de la novela, y con aquellos que puedan ser futuros lectores.  Vengo de una experiencia muy grata en el Tec de Monterrey de Guadalajara, donde doscientos alumnos leyeron la novela, y pude platicar con ellos sobre la creación literaria, aquello que me inspiró durante la escritura, los procesos de investigación, pero sobre todo conocer sus reacciones durante la lectura.  Me encontré con quien la leyó en un solo día, como con jóvenes que me dijeron que fue su primer libro de ficción, y que jamás pensaron terminar de leer una novela sobre cine de trescientas páginas.  El saber que algo que uno escribió durante cinco años, haya tenido tal impacto en los lectores, como para que en Alemania, Francia, Holanda y España, consideren su publicación, es sin duda una gran experiencia como autor.

12.-Hasta ahora, sin tratar de ser descortés  ¿Cuál ha sido el alcance y la expectativa de su Novela?
Me siento muy contento con la respuesta que ha tenido la novela, tanto ante los lectores como ante la crítica.  Dos meses después de haber terminado la novela, es decir, cuando aun no estaba ni siquiera publicada en español, ya una importante editorial francesa, famosa por publicar a autores como Jack Kerouac, o a Tolkien, el autor de El Señor de los anillos, contrató la novela.  De la misma manera la novela se distribuye en toda latinoamérica, y editoriales de Alemania, España y Holanda publicaran la novela.  Para mí, un escritor desconocido con su  primera novela, es sin duda una gran noticia, pero más que esto, lo verdaderamente importante es que una historia sobre Hollywood, sobre cine perdido, coleccionistas y detectives, escrita por alguien de un puerto de México haya significado tanto para lectores de otros países. Una amiga escritora que aprecio mucho, Karen Chacek, me dijo alguna vez que está novela tendría un gran significado en cualquier lugar donde el cine significara algo, y el cine, no importa el país significa mucho para los seres humanos. 

13-.¿Cual es tu forma, o método predilecto para fomentar la lectura?
Creo que la lectura se puede fomentar de muy diversas formas, desde encuentros literarios, conversaciones con escritores, presentaciones de novela, pero fundamentalmente acercándonos y compartiendo los libros que nos hacen soñar, pensar, inventar, aquellos textos que nos revelan nuestra condición humana, y que nos transmiten una experiencia de vida.

martes, 7 de mayo de 2013

LONDRES DESPUÉS DE MEDIANOCHE . AUGUSTO CRUZ GARCÍA-MORA

Título: Londres después de medianoche 
Autor: Augusto Cruz García-Mora
Editorial: Océano
Año: 2012
Genero: Novela Negra/Policiaca 

Al reverso del libro: Luego de jubilarse del FBI, donde fue secretario de J. Edgar Hoover, el detective Mc Kenzie es convocado por el famoso coleccionista Forrest Ackerman para encontrar Londres después de medianoche, una de las películas más buscadas en la historia del cine. Aunque la última copia desapareció en los años veinte, la leyenda asegura que atrajo la desgracia a sus actores pues en ella actuaban vampiros reales, que los cines que la exhibieron se incendiaron, y que aquellos que la buscan desaparecen. Mientras salta del corazón de Hollywood a algunas de las ciudades más conflictivas de Mexico, el detective se topa con los sobrevivientes de dos mundos: uno que lanzaba los desechos del cine a la basura, y otro que busca poseer un pedazo de historia a cualquier precio. 

Augusto Cruz García-Morara recreó la historia de una joya perdida con el riguroso olfato de un investigador de homicidios. Una novela tan inquietante y reveladora como sorprender a Bela Lugosi en el momento en que se quita el maquillaje. Juan Villoro. 



Augusto Cruz (Tampico, 1971) ha cursado talleres de guionismo cinematográfico en México y UCLA, así como el Masterclass en Dirección del Sindicato de Directores de México. Colaborador de Etiqueta Negra y La Nave, ha obtenido premios o becas por parte del CIGCITE, del Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes de Oaxaca. Desde hace unos años abrió una panadería en su ciudad natal, donde entre una generación y otra de panes exquisitos, escribe novelas de aventuras con un innegable sabor literario- Londres después de medianoche es su primera novela y actualmente se traduce al francés. 

Algo extraño, curioso, ocurre con las nuevas películas de horror, han dejado de existir los monstruos, y se han "evolucionado" por seres de dimensiones exorbitantes que rara vez logramos ver en pantalla. Las nuevas sagas que tratan de criaturas espeluznantes ahora resultan trágicas novelas de amor imposible, a tanto han llegado que de las más recientes, el personaje principal es un Zombie que literalmente se está re-pudriendo de amor. Que maldito horror, en verdad. Pero pese a todas las atrocidades y "coyunturas"  del género siempre nos podrá rescatar la Novela, en este caso muy singular, Londres Después de Medianoche de Augusto Cruz, quien a través del Detective Mc Kenzie nos lleva a recorrer la casa de Forrest J Ackerman, la Ackermansión. Ackerman el más grande coleccionista de objetos relacionados a la Ciencia Ficción, quien dio nombre y título al ahora género conocido como Sci Fi, solicita las  habilidades de Mc Kanzie para encontrar, prácticamente rescatar la película que da título a la novela, Londres Después de Medianoche. Un film de 1927, el cual sería la primer película de vampiros realizada en Estados Unidos, protagonizada por el inolvidable y talentoso Lon Chaney, quien ocasionara terribles pesadillas a través de sus personajes. El film con la dirección de Tod Browining, quien su legado aun persiste gracias a algunos Cineclubs y fanáticos del horror. Películas como: Dracula, Iron Man, The Road to Mandalay, entre muchas otras más. 

El film Londres Después de Medianoche, desde su desaparición en los 20´s carga en si, una terrible maldición, afirma la historia. Salas de cine incendiadas, bodegas con copias del film envueltas en llamas, gente desaparecida, muertes inexplicables y terribles tragedias a quien intenta encontrarla, o peor aun, la encuentran para perder todo en ese mismo instante. A Mc Kenzie poco le importa la leyenda del film, piensa se trataba de un absurdo deseo de un viejo  y que el film debería de estar olvidado en algún cajón o en alguna parte donde todos pueden verla y ya nadie se quiere acordar de ella. Esto ocurre a lo largo de la novela,  es como una batalla entre los párrafos y el olvido colectivo. ¿A dónde se fueron los Monstruos que nos salvaban del horror de la vida? 

Una búsqueda entre los pasillos de los set de grabación, oficinas postales perdidas en las carreteras, indocumentados parranderos en los senderos malditos, nombres falsos y una suave pero atrayente sensación de nostalgia como el tomar un refresco Pascual en botella de vidrio rodeado de un tentador olor a comida casera. Todo comienza con una vieja fotografía y una interminable lista de películas, actores, directores, criaturas al mero estilo de la noche de terror de medianoche, esa hora prohibida para ver la televisión porque te causarían pesadillas que te succionaban el alma. Una carrera por la película, una novela de aventura contra el olvido para preservar los recuerdos. Millonarios excéntricos, direcciones desaparecidas, un misterio en cada una de sus páginas donde todo terminará en una escondida cueva de tesoros  donde a Mc Kenzie sería guiado por mismísimo Caronte.

Cada uno de los capítulos de la novela se trata de un pequeño tributo a las grandes películas del género horror, terror, ficción, Noir, policiaco, todo lleno de legendarias personalidades, de los grandes enigmas de la historia fílmica y literario. Con cierres contundentes, peñas pistas en cada rincón de los párrafos, toda una gama de posibilidades entre las líneas. Una incontable cantidad de historias que están junto con el gran misterio. Una escalofriante cercanía con el primer director del Buró Federal de Investigación (FBI), J. Edgar Hoover, quien se  vuelve aun más espeluznante aun hasta sus últimas horas que compartió con el Detective Mc kenzie quien fuera su último secretario particular. La misteriosa historia de la familia del detective, la guerra del Narcotráfico, los tugurios escondidos en la selva y un personaje inolvidable en cada una de las partes de la novela. Es como escuchar al Dr. Frankenstein, ¡Está viva, está viva la novela!

Rumberas, estrellas perdidas, objeto perdidos, memorias destrozadas por el olvido, momias,  un antiguo y mágico castillo, una película maldita, vampiros, coleccionistas deseosos de completar los pedazos de historia, uno de ellos sólo recuerda las cosas gracias a sus apuntes de mano; Narcotraficantes, mexicanos indocumentados, hombres lobo, extrañas desapariciones, el hombre invisible, científicos locos y solo por mencionar a algunos. Desde el corazón de Hollywood hasta los rincones inocuos de México, ¿encontrará el Film Mc Kenzie y podrá regresar a casa con vida? 

Es todo un mundo que hay que re-descubrir en Londres después de medianoche de Augusto Cruz. Al término de sus páginas queda un fuerte deseo de búsqueda, salir corriendo a la cineteca, al videoclub para encontrar las películas, aunque sepamos no existen más, regresar a los principios básicos de la investigación. Una fuerte declaración a quienes creen los monstruos de nuestros tiempos son amorfos y sin sentido, a la "novelización romancera" de los grandes conflictos humanos, como también es de nuevo el asombro de volver " a ver" las películas de antes, revivir a los Monstruos y dominar la tierra. Recorrer formatos y regresar a la esencia viva del cine, el celuloide. También es regresar y refrescar la novela policiaca. Lo logra Augusto Cruz con una narrativa cinematográfica que te aferra a la butaca de lectura y no te deja apagar la luz.