Calor, oculto detrás de aquel vulnerable amor
Que se balancea como creyendo aquel idioma antiguo
Y te han llamado princesa aquellas lenguas
Y mis momentos son tan mínimos para ser feliz
Y este ejercicio en el cual me deslizo
E intento colocar todo aquello, que primero llega a mi cabeza
Salpicar mis sentimientos en un simple momento
Donde mi alma se ha podrido y se ha disminuido casi completamente
Maldita seas mujer del sol y de sus frías mañanas
De las tardes de tormentas y las noches de fiebre
Que me llenaron la cabeza con una esperanza insipiente
Y me largo de tus sitios adornados y tus sonrisas fingidas
Busco un refugio en un segundo
Encontrar el silencio en un poema
Disfrutar el aroma de la gente muerta
Dormir entre espinas como cayéndome en la nada
Sentir el sinfónico lamento de una mujer que fue amada
Maldita seas, sirena, tu silueta se ha resbalado muchas veces sobre mi
Pero tus besos no serán los redentores de un capricho…..
1 comentario:
cuando el dolor se torna en agonia... unos versos son la mejor salida..y usted es experto en hacer ke las palabras tengan cierta melodia
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