Odio las computadoras, es el invento más siniestro después del cepillo dental e igualmente inútil
Ahora tengo que renovar aquella vieja costumbre, pero que más da
“En
Cuando aquella niña con uniforme de colegiala paso frente a sus ojos
La reducida falda de aquellas niñas, que entran poco a poco ala madurez, es imposible de esquivar la mirada de gente morbosa, y enferma, como aquel infecto humanoide
Ella siguió caminando entre los pasillos de aquel viejo edificio, y el decidió seguirla detrás
Sus malas intenciones, no eran ficticias, y no tardo mucho en proyectarlas
La saliva se producía en su boca a raudales, era aquella sensación de desear algo, saborearlo antes de tenerlo siquiera en la boca
Lamentablemente fue su carta fuerte en aquel atraco sexual
Ahora juntos van a Terminal, buscando Colegialas incautas que sientan el mundo a sus pies
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