martes, 20 de noviembre de 2007

Capitulo XI “Cuando te aplaste la Luna”


Desperté de aquel fuerte efecto, no sabia cuanto tiempo había pasado
Pero me encontré vacilando en un paraje invisible, que me hacia
Revolver las entrañas...

Había regresado, frente a mi la legión de los muertos vivientes
Caminando hacia mi, la barra de hierro incrustada en el sensual
Lóbulo superior del encéfalo de mi dulce Esquerita

Colapso mental.....

La luna sobre mi, con los cuervos multicolor avanzando como parvada gigantesca
De espinas arco iris, que se acercaban velozmente, dejando al descubierto
La exuberancia y hermosura de una luna, color mandarina, que también parecía
Acercarse fervientemente e increíblemente rápido..

Trate de correr, pero mis piernas, no respondían, los cuervos se abalanzaron
Incesantes sobre mi carne, despellejándome y picoteando cada uno de mis órganos
Que mostraban una putrefacción demasiado avanzada, dejando limpios, ¡que digo!,
Relucientes cual perlas, las piezas óseas de mi carente humanidad..

La luna, tan fácil, girando extrañamente sobre tu propio eje, cual meteoro ardiente
Tan sencilla y opulentamente, me aplasto...
Y los restos de mi, se esparcieron por el asfalto, acanalado y rajado
Con ríos de sangre fluyendo, pues, también había aplastado a los cuervos

-Regresaste Esquilo- Dijo el Doctor Kooc

-Empezábamos a temer, que la prueba saliera mal- soltó una carcajada tras esta ultima Oración.

-¿Jugaban con mi mente?- respondí enervado

-Solo una pequeña prueba de rutina, esquilo, no te enfades, y continuo riendo, y riendo...

Noté que mi ángel, observaba con cara de desencanto detrás de la puerta
Tenia el presentimiento, que si quería escapar de este horrible lugar.
Solo ella, podría ayudarme..

Y entonces reaccione, cuando me di cuenta, que mi cabeza, seguía conectada a ese monitor tostador, que hacia audibles mis pensamientos en el hospital

Y la mirada inquisitiva del doctor apareció, sobre mi, y la horrible sonrisa, de pronto se apago también, saco de un costado de su pierna, un revolver,
Que no dudo en apuntarme, diciéndome estas palabras

-No me digas, que tratas de escapar, infeliz

No hay comentarios.: