jueves, 23 de octubre de 2008

.Amanecer.

Nunca creyó en que hubieran estado hechos el uno para el otro. Ni siquiera pensaba que lo que existía entre ellos era algo más que la química que atraía dos sacos de hormonas rebeldes. La pasión, quizás. O las ganas de romper las reglas. Tampoco le vio futuro a la historia, aunque, analizándola bien, ni siquiera tenía principio. Jugaba a jugar. Sin sentido, sin razón, sin normas… Y le encantaba.
Cada amanecer le daba más ansias verlo...


& qué importaba que fuera amor o un simple descuido de la casualidad, si, al fin y al cabo, su presencia iba a seguir mordiendo sus sentidos

1 comentario:

Fridman dijo...

todos tenemos nuestro veneno.
me encanta el blog :)
besos.
y el Womanizer uncensored. (L