Mi silencio, lo ha sido todo en estos versos
La tremenda conjetura ha sido mi conversación
La inevitable locura, fueron nuestros besos
Que se incrementaban , como sintiendo desesperación
Vamos a perdernos, allá donde el alba, aun se ríe de nosotros
Vamos a fingir que el mundo es un lugar bello, para morir
Vamos a rodar un poco entre las olas y los falsos rostros
Vamos a hacer de cuenta que, no nos maldicen al partir
Las veredas cognoscentes se fueron terminando
Y nos sumergimos en un rincón efímero y calcinado
Las goteras de nuestros ojos se fueron apagando
Y con estas torpes manos mi corazón te he entregado
No hay comentarios.:
Publicar un comentario