miércoles, 5 de septiembre de 2007

La Muerte me rasca la Espalda

Saludos, errante desmejorado con turbias aguas aun en tu costado
Dime si la vida sirve de algo, cuando estas aun tan deteriorado
La confianza, es burda, la felicidad es un juguete roto
Y cuando te ves a ti mismo en un meollo, tiendes a desaparecer

Despídete ahora, de lo que creías propio, en un mismo “te imploro”, tu respiración poco a poco cederá, como todos tus sueños perdidos, como tus anhelos, que terminaron siendo, el velo en el rostro de una fémina de cristal

Llameante tarde, confiada la aspereza de tu rostro, aprendiste que es mejor enmudecer
Y dejar que las olas, arrastren los restos muertos, de un amor que nunca debió de ser
Hoy, lloro, pero no por mi, querida niña
Hoy palidezco por tu suerte gris, que por lo pronto es peor que la mía

Y mientras escribo estas líneas, tocan ala puerta
La flaca entra, lenta, pero siempre contenta
Cuando me rompe la camisa y con mi carne juguetea

Hoy me sofoco, mientras la muerte me rasca la espalda
Y es precioso quedarme quieto, mientras la escucho carcajear
Pues no quiero, creer que mi vida esta a punto de terminar, aunque sea la verdad

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