viernes, 24 de octubre de 2008

Al adiós de un ave que jamás pudo volar.

Algunas veces lloro por ti...
para sacar por completo de mi organismo, tu saliva, tu escencia
y hasta tu melena.
De que serviría quedarse estático
donde esperaraba tu regreso
Si el reloj de pared se ha parado y mis
oídos se han vuelto analfabetas
He borrado recuerdos y miradas
He tomado decisiones apresuradas
pero precisas, el camino en la curva
que se repite a cada instante realmente
no te lleva a ningún lugar y te hace olvidar
de caminar y mirar hacia otro lugar.
Frágil, se ha roto la esfera y me he cortado
con los restos un pulgar para sangrar un poco el lugar
donde estuve parada por mucho tiempo
pero no he de extrañar.


[Último aporte al blog, he decidido que no hay nada más que decir, que tengan suerte.]

1 comentario:

Herr Lorre dijo...

¿El ave que jamás pudo volar, merece en realidad ser llamada ave?