martes, 25 de noviembre de 2008

Cenicero naranja

Tus besos, solo letras en el humo,
malavares en el circo o frío bajo el naranjo.

Cenizas en la piel quedaron
cuando los faroles tiritaron tristes
por alumbrar tus parques amigos.
El cielo encarna besos al gotear.

Vestiste un par de ojos marinos
que asustaron la carnicera de las palomas.
Plumas de consuelo tiran al volar,
sus sueños en el aire los robo para ti.

Volví a perderte entre la gente
y a encontrar tu recuerdo en el zapato,
sencillamente las olas me agrietan,
me aman y te vuelves sal de pavimento.

La luna en el cementerio de las dudas,
en la ventana observando tus suspiros,
el sueño de amor que no sueles tener
y un beso gris que la arena se guarda.

¿Sientes la sangre al bajar?,
se llama gravedad, se llama amor.

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