The Last Kiss

Entre tanto revoltijo...

Queréis volar con los dedos, os falta mucho que aprender
La falsedad y sus recelos, y como a diario perecer
Morir de pie, entre tanto revoltijo, todo eso has de ver
Antes de llamarte sabio, grande o el dios para volver

Quizás Gardel me regocija, cuando escucho la milonga de mi pueblo
La sinfonola descompuesta de lo viejo, que se encabrita en un establo
Cual mil potros relinchando en mi fúnebre conciencia, yo te mancho
La inocencia, la apatía, la frialdad de tus caderas, que finalmente se marchó

Mañana, será quizás, el peor de los momentos
Pero prefiero concentrarme en un muro de lamentos
Suplicar por que nuestros momentos sean perpetuos
Que los días y los años, sucumban y pasen mas lentos

Hoy de noche, tu almohada me señala el camino a tus pesadillas
Esas que enmarcaste en una grilla de flores bellas, pero marchitas
Las delicias mas saladas, solo se presumen dos estratos arriba de tus rodillas
Si vos, queréis que te levante, solo inúndame y poneros en Cunclillas


Entre tanto revoltijo me he servido un habano, un TE-AMO, que fascina hasta al olvido

Princesa Acolchada

Tengo una terrible migraña y mi cabeza parece explotar
Catatonia extrovertida, labios de limón y sal
Flagelos de amatista mariposa de cristal
Fanfarroneando en alta vista, de madera y pedernal

Saltando enredaderas de una vida sin salida
Amarillas son las suelas de una perra pálida
Y revestidas de mil luciérnagas las de una princesa acolchada
Tengo que empezar a escribir estas cosas, ¿qué mas da?

Si la progenie de la imperturbabilidad se remoja en sesgo
Y malvivíamos nuestros presuntos asuntos sin un riesgo
Afeitando la axila de la remanente sociedad en desasosiego
Ya no se ni que estoy diciendo, necesito un buen trago...

Ya no se si quiero hablarte, pues me siento tan distante
Como si supiera que la idiotez me aqueja hoy tan latente
Fuera de aquí, fuera de la resonancia abismal de un triangulo
Súplica esmerilada entre frascos de alquitrán en tu culo

Y yo, pues veras princesa de mil resortes en el pecho
Yo no tengo nada, ni jamás podré encontrar un blanco lecho
Tengo el lápiz en la boca y me resta solo un andar maltrecho
No comprendo, de hecho, tanto techo me hizo un tanto flacucho

Presumo que mi obra sea disyuntivamente factible ante tus ojos
Tan aristocrática, tan desquiciada, tan maravillosamente estratosférico
Ni yo mismo comprendo, que leo, mientras mis dedos trastabillan
De mañana cuando miro al sol, todo son mareos que ya no me llaman..

Solamente me hacen vomitar..
Y escupir para arriba, sin agachar..
Falta de amor
Falta de atención del lector
Bueno, no podía esperar mas..