De Vuelta con la Migraña Catatonica

En la primera bolsa, la más pequeña
Quizás muevas botones pero, solo con mala compañía
Francamente me jodio aquella niña sureña
Su luz era muy intensa y la luna ya no salía

De pronto volvió a mí, esa migraña catatonica
Me revolví la cabeza dentro de una licuadora eléctrica
Me encendí el Orto, por no pensar en la triste América
Me vi hablando de cosas que no entendía en la cocina ergonómica

La suerte se acaba, los días son largos
Las patadas en el pecho, para mi son halagos
Dios, mi cabeza va a estallar, necesito besos
Lamentablemente me rendiré, aunque falten algunos textos..

Sale..

Princesa Acolchada

Tengo una terrible migraña y mi cabeza parece explotar
Catatonia extrovertida, labios de limón y sal
Flagelos de amatista mariposa de cristal
Fanfarroneando en alta vista, de madera y pedernal

Saltando enredaderas de una vida sin salida
Amarillas son las suelas de una perra pálida
Y revestidas de mil luciérnagas las de una princesa acolchada
Tengo que empezar a escribir estas cosas, ¿qué mas da?

Si la progenie de la imperturbabilidad se remoja en sesgo
Y malvivíamos nuestros presuntos asuntos sin un riesgo
Afeitando la axila de la remanente sociedad en desasosiego
Ya no se ni que estoy diciendo, necesito un buen trago...

Ya no se si quiero hablarte, pues me siento tan distante
Como si supiera que la idiotez me aqueja hoy tan latente
Fuera de aquí, fuera de la resonancia abismal de un triangulo
Súplica esmerilada entre frascos de alquitrán en tu culo

Y yo, pues veras princesa de mil resortes en el pecho
Yo no tengo nada, ni jamás podré encontrar un blanco lecho
Tengo el lápiz en la boca y me resta solo un andar maltrecho
No comprendo, de hecho, tanto techo me hizo un tanto flacucho

Presumo que mi obra sea disyuntivamente factible ante tus ojos
Tan aristocrática, tan desquiciada, tan maravillosamente estratosférico
Ni yo mismo comprendo, que leo, mientras mis dedos trastabillan
De mañana cuando miro al sol, todo son mareos que ya no me llaman..

Solamente me hacen vomitar..
Y escupir para arriba, sin agachar..
Falta de amor
Falta de atención del lector
Bueno, no podía esperar mas..

El Síndrome del Poeta, que dejo de serlo

Me he desfallecido con ambas alas, a los costados de un hangar desproporcionado
Me he convertido en la burla de un sentimentalismo amorfo y perfumado
Me he derretido lentamente ante el calor de tu sucio cuerpo

Y ahora estoy, mas triste que nunca, mas nostálgico que de costumbre
Y me cuesta entender cada silogismo que tu lengua escupe tan indecentemente
Y al final , me he deteriorado tan dulcemente en tu propia mirada

¡Que ya no se!, lo que es y lo que dejara de serlo , cuando comience a rebuscar términos
Solo tengo en mi cabeza, que yo soy un despiadado animal, con sangre púrpura
Y tengo aquel famosísimo síndrome del poeta que dejo de serlo

Por que ya no pienso en rimas, si no es para nombrarte en ellas
Por que ya no siento felicidad al inundar mi alma de letras
Y al mirar aquellas estrellas muertas, me hacen vomitar las tartaléelas

Bueno, miremos el lamento eterno de un doctor de emociones compartidas
Cambiemos un rato de fluidos y entrelacemos nuestros labios
Olvidémonos de compromisos y quedémonos con lo único que siempre fue nuestro

Un amor progresista y un poco parapléjico