domingo, 8 de julio de 2007

Le Arrancaste la cabeza al Alfil

Y...Aunque tú mi mayor vicio, mi único remedio y absoluta perdición
Me llenas el corazón de absurdas e insanas promesas...

Yo quiero decirte hoy que deseo dejar mi nombre a tu suerte
Grítame en silencio tu desenfrenada quietud...

No se si es el deseo solo, el que deseo, o el desear que tu lo quieras desear…
No se si tendré la torpeza para hablar…

Y así llegas a mi mente, vacilas y jugueteas con mis pensamientos
Te escondes en mi Lóbulo temporal junto a los demás recuerdos
Y mueres.

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