jueves, 18 de octubre de 2007

invisible Infarto




Después de tantas mañanas, que he amanecido al revez
Nos abstraemos dentro de una botella de jerez
Me emborracho para no recordarte, ni sentirte
Por que hoy soy invisible, pero tu alma se arrepiente

Dejaste caer, tus babas en un rincón detrás de mis orejas
Saltamos paredes, cruzamos ventanas, con la guerra a cuestas
Siento aquel estruendo, un centenar de jinetes negros
Que galopan al unísono dentro de mi pecho

Infarto, detrás de mi obsesión, sensible maraña de cruel bendición
Suplicarás mañana, por no tener aquella mano que tu sexo acaricio
Mujer cruel, mujer maldita, déjame desaparecer, de este paraje arrecio
No me obligues a seguirte escribiendo, estas cada vez mas lentas letras

Permanece insensible, irresponsable e invisible de mi mundo
Aunque aun te escucho, como danzan tus tacones en el salón desnudo
Tus patrañas te obligan a socavar amistad sincera, que tu misma indecencia enterró
No hay, nada ¿cómo te sentís hoy?, niña desgraciada, cuando la puerta al fin se cerro

Ocupas tu tiempo con las damas chinas y el Conquian de un pasado absurdo
Dejas tu manía de frívola mujerzuela, que busca besos en cualquier vagabundo
Y aunque lo intentes negar, y tus ojos, se llenen de indagación al recorrer este texto
Tengo razón, ¡pues recuerda, zorra!, que yo un día también fui la presa, en tu soneto

Para terminar, con tal abrumadora indiscreción,
Solo narrare un minuto mas de veraz insurrección

Decías que drenar mi amor, de tu frió torrente
Según tu, lo que suponías tan soezmente
Era la única y correcta solución coherente

Invisible infarto, invisible infartó..
Llévame contigo inmiscible infarto
No quiero, seguir con este maltrato
Deja, que no me vea nadie
Deja que mi corazón estalle

Y que Todo lo que un día resultaba amarillo a la vista
Termine de un color mas bien a sangre..

No hay comentarios.: