miércoles, 20 de febrero de 2008

Eólico (cuento)

Cuento Eólico

(C,D,E,F,G,A,B,C)
(do, re,mi,fa,sol,la, si, do)

Nunca ha entendido el sabor de la tinta, él siempre compra un frasco nuevo del mismo color. Más velas que le hace falta cubrir una pequeña esquina, ahí donde últimamente ha estado trabajando. Tan centrado en G y en B, en blancas y negras, corcheas y silencios. Siempre perdido en la sílaba equivocada, siempre la libreta en blanco. Un cuento en cuaderno pautado, no va, pero así escribe él. Con blancas en C, con negras en D, un silencio y cambia el compás. Un nuevo personaje entra a la historia, cargado de valores medios, engaño, alegría y mucha pretensión. Una corchea y sus hermanas.

Hoy no escribe, se sienta en la ventana mirando esa esquina sin cera. Su guitarra sobre el papel escurre tinta. Las clavijas se han pegado a ella. Ya no se puede afinar. Un párrafo abajo y la sexta cuerda se escucha en monosílabo. Y los párrafos se llenan de C y de B. La esquina cubre despacio con cera. La última luz incandescente y aun no puede terminar. Corcheas, corchetes, medios tiempos, da igual, aun suena a novela. Se recuesta sobre su espalda, se mancha con la tinta de la guitarra. Y las notas no están en cuento.

Con blancas en D y negras en C, sigue sonando a novela. Sigue tratando con medios párrafos, con diálogos, con sostenidos, con un personaje en bemol. Sigue en monosílabo. Cambia de compás y de frasco. Un párrafo en silencio, y el que sigue en diatónica. La, Si, Do sin acento, y deja de sonar a novela. Sigue con el siguiente compás, es complicado pues esta en dos cuartos. Uno más pequeño que el otro. Y el primero es muy parecido a G.

Un cuarto en E, con paredes tan altas como A, tan parecidas a G. Sigue trazando en pautado, sigue llenando el cuento con silencios y corcheas, con sostenidos y sin bemoles. Ya casi termina la vela, como casi termina el compás. Con D en blancas y C también. Corchea y sus hermanas salieron del cuento. Un cuento sin engaño, pretensión ni alegría.

Con blancas en D y negras en C, ya no suena a novela. La culpa la tenía G. Y él sigue escribiendo un cuento con un la sexta en monosílabo. Con un pabilo a punto de morir. Con una esquina sin cera.

Termina.

Está completo, sus ojos lo delatan y en la oscuridad terminó con un cuento en D.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un cuento sin engaño, pretensión ni alegría.


Fue un paseo curioso este de terminar de leer el cuento en quien sabe que clave, ignoro la intelectualeidad de la música, pero sin saber clave, ni tono exacto fue curioso el paseo, alrededor del penúltimo párrafo me sorprendi estar leyendo sin parpadear, no es común. Mis ojos estuvieron muy abiertos observando el bamboleo del monocromático cuento rítmico.

Me falta mucho por recorrer en este sitio pero intentare no perderme tanto de esta clase de lugares, os visitaré más seguido... Pero las ocasiones en la que entre, el sabor con el que salía era bueno, da gusto andar por estos rumbos.

Vindria dijo...

es más grato leer que siquiera uno disfruta de un pequeño cuento.

Nos estmaos leyendo.

Saludos desde algun lugar lejano de la red.